La
intervención en crisis es uno de los temas de mayor interés de quien escribe el
presente trabajo, no sólo en ambientes propios de la crisis, como accidentes,
suicidios, hospitales o cosas similares, sino incluso en lugares donde se
pudiera pensar, las cosas son o deberían ser tranquilos, uno de ellos es la
escuela.
Durante
mi práctica en una primaria, ocurrió un fenómeno de lo más común, y que a veces
resulta ser justamente tan común, que pasamos por alto o creemos que no pasa
nada por ser parte de la dinámica propia de una escuela: las peleas.
Por
ende, es necesario apreciar la crisis como un evento que irrumpe la
tranquilidad y/o el bienestar de aquél que la sufre, además de quienes lo
rodean. Los eventos pueden ser variados, y es preciso tener al menos las bases
de la intervención para poder actuar de manera asertiva y poder hacer algo con
el individuo afectado.
Según
el Lic. Francisco José Gutiérrez Rodríguez, los principios básicos de la
intervención en crisis son los
siguientes:
ELEMENTOS DEL ESTADO CRÍTICO
• EVENTO PELIGROSO.
Este es un acontecimiento estresante, de origen externo o de cambio interno, el cual le ocurre al individuo en un estado de relativa estabilidad en su vida y que inicia una serie de acciones y reacciones en cadena. Los eventos pueden ser anticipados y predecibles o bien inesperados y accidentales.
• ESTADO VULNERABLE.
Este se refiere a la reacción subjetiva ante el evento peligroso, cuando este ocurre y posteriormente, la persona responde según sea su percepción del evento.
• FACTOR PRECIPITANTE.
Este es el eslabón entre los eventos causantes de la tensión que convierte al estado vulnerable en un estado peligroso, es lo suficientemente poderoso para iniciar la crisis, o bien puede ser un incidente sin importancia aparente.
• ESTADO DE CRISIS ACTIVO.
Este describe al individuo que se encuentra en estado de desequilibrio, a quien la tensión ha invadido y cuyos mecanismos homeostáticos se han roto. Este estado tiene una duración de 4 a 6 semanas durante las cuales el remolino psicológico y físico el cual incluye un exceso de actividad sin objetivo o la inmovilización, trastorno en las funciones del pensamiento y en el funcionamiento intelectual. Este estado de malestar se ve acompañado por una dolorosa preocupación por los eventos que condujeron a la crisis. Finalmente se llega a un periodo de reajuste gradual y removilización, a medida que el sujeto se va "acostumbrando" a su situación alterada.
• EVENTO PELIGROSO.
Este es un acontecimiento estresante, de origen externo o de cambio interno, el cual le ocurre al individuo en un estado de relativa estabilidad en su vida y que inicia una serie de acciones y reacciones en cadena. Los eventos pueden ser anticipados y predecibles o bien inesperados y accidentales.
• ESTADO VULNERABLE.
Este se refiere a la reacción subjetiva ante el evento peligroso, cuando este ocurre y posteriormente, la persona responde según sea su percepción del evento.
• FACTOR PRECIPITANTE.
Este es el eslabón entre los eventos causantes de la tensión que convierte al estado vulnerable en un estado peligroso, es lo suficientemente poderoso para iniciar la crisis, o bien puede ser un incidente sin importancia aparente.
• ESTADO DE CRISIS ACTIVO.
Este describe al individuo que se encuentra en estado de desequilibrio, a quien la tensión ha invadido y cuyos mecanismos homeostáticos se han roto. Este estado tiene una duración de 4 a 6 semanas durante las cuales el remolino psicológico y físico el cual incluye un exceso de actividad sin objetivo o la inmovilización, trastorno en las funciones del pensamiento y en el funcionamiento intelectual. Este estado de malestar se ve acompañado por una dolorosa preocupación por los eventos que condujeron a la crisis. Finalmente se llega a un periodo de reajuste gradual y removilización, a medida que el sujeto se va "acostumbrando" a su situación alterada.
Respecto
al tema, el Manual de Intervención en Crisis para niños en desastres, dice lo
siguiente: Una crisis es un estado
temporal de trastorno y desorganización en una persona.
Se caracteriza, principalmente, por la
incapacidad para enfrentar una situación, utilizando los métodos que ya se
conocen para resolver problemas.
Podemos
mencionar los siguientes aspectos importantes que contemplamos al
definir
una crisis:
•
Hay un suceso precipitante (es decir, un suceso que causa la crisis).
• Es
una situación imprevista.
•Hay
pérdida del equilibrio emocional (de la forma acostumbrada de sentir y de
expresar
lo que se siente).
•
Causa sufrimiento (dolor, tristeza, terror, inseguridad, enojo, rabia,
impotencia...)
•
Genera cambios: la crisis puede ser un peligro y desencadenar en enfermedad,
pero
también puede ser una oportunidad para crecer y aprender.
• Es
temporal: después se recupera nuevamente el equilibrio.
•
Las formas habituales en que el individuo resuelve sus problemas no funcionan
en
esta situación.
Es
importante tomar en cuenta los factores que desencadenan una crisis dentro del
salón de clase; para ello es preciso la observación y la convivencia diaria con
grupos de pares en edades escolares. De esta manera podremos saber cómo
reaccionar ante determinadas situaciones.
Así
pues, el Manual facilita ciertos pasos para la intervención:
• Realizar contacto psicológico: invitar
a las personas a hablar, escuchar los
hechos y los sentimientos, mostrar
interés por comunicarse, tocar/abrazar
de manera física.
• Analizar el problema: examinar el
pasado inmediato, presente y futuro
inmediato de las personas. El objetivo
de este segundo paso es conocer
cuáles son los conflictos o problemas
que necesitan manejarse de forma
inmediata y cuáles pueden dejarse para
después.
• Analizar las posibles soluciones:
averiguar qué es lo que las personas han
intentado hacer hasta ahora, qué es lo
que pueden o podrían hacer y
proponer nuevas alternativas.
• Ejecutar la acción concreta: ayudar a
las personas a realizar una acción
concreta para manejar la crisis. No es
más que dar el mejor paso próximo
según la situación.
• Dar seguimiento: especificar un
procedimiento para que el/la facilitadora y
las personas estén en contacto en un
tiempo posterior.
Como
facilitador/a, cuando se trabaje con los
padres y madres de los/as niños/as se debe tener en mente lo siguiente:
•
Los papás, las mamás, la gente de la directiva, el sacerdote, los/as maestros,
los
pastores o líderes religiosos, los/as otros adultos/as de la comunidad son un
recurso
para los/as niños/as, hay que ayudarles a ser un buen recurso.
•
Hay que tratar con mucho respeto a las personas adultas responsables del/la
niño/a
y al niño/a, no imponerles nuestras
ideas sino más bien compartir las nuevas ideas e información con ellos/as,
esperando puedan servirles.
Entonces,
para poder intervenir de manera correcta en la crisis de un niño, es preciso
mantener la calma, no invadir el espacio personal del niño ni tratar de hacer
que confronte lo sucedido de manera inmediata, sino más bien permitirle que se
calme, que tome noción de sí mismo y de la situación, y posteriormente, abrirle
un espacio para que se exprese con palabras o mediante el juego.
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